De Rucayo a Utrero
Los familiares de Domingo, antiguo habitante de Ferreras, aldea sumergida bajo las aguas del embalse del Porma, acuden a este valle rodeado de montañas a dejar en el agua sus cenizas. Se cumple así su deseo de regresar al lugar donde nació y vivió hasta que la construcción del embalse le obligó, como al resto de sus vecinos, a irse con su familia y tener que comenzar en otro lugar una nueva vida.
A lo largo del recorrido, el caminante se encontrará con algunos de los personajes de la novela: Virginia (mujer de Domingo), Raquel (nieta), Teresa (hija), Virginia (hija), José Antonio (hijo), Virginia (nieta) y Agustín (hijo). A cada uno de ellos le evocará emociones y recuerdos diferentes contemplar este paisaje y esta agua bajo la que reposan las ruinas de lo que un día aquí existió.
Como la de Domingo en la novela, todas las familias de Vegamián, Campillo, Ferreras, Quintanilla, Armada, Lodares, Utrero y Camposolillo, los ocho pueblos que destruyó el embalse, tuvieron que abandonar estas montañas, pero el eco de sus voces se sigue escuchando en ellas pues aquí dejaron sus almas.